martes, 27 de septiembre de 2016

La vida es sueño (Pedro Calderón de la Barca)

Editorial SM . Publicado en 2008. 128 páginas. A partir de los 14 años de edad.

Una torre alejada de todo asentamiento humano alberga una criatura mitad humana y mitad monstruo que aterra y atrae por igual a los habitantes de un reino. Cuando la joven y bella Rosaura llega por error a la torre acompañada por su criado descubre que en realidad se trata de un muchacho que permanece encadenado sin saber qué delito ha cometido para soportar este suplicio.
La verdad está en los astros porque el joven es Segismundo, el heredero al trono de Polonia, cuyo padre mantiene preso porque los astros le aseguraron que sería un tirano cruel.
Finalmente, el rey Basilio decide darle una oportunidad y lo traslada al palacio y como muy pronto Segismundo se comporta de forma atroz es devuelto a la torre. Pero ahora es demasiado tarde porque el pueblo sabe la verdad y deciden liberarlo.

No es necesario desvelar el final porque merece la pena leer la obra. Solamente destacar una frase muy conocida:
... que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

Una historia sobre las diferentes maneras de interpretar la realidad, sobre la necesidad de luchar contra la predestinación y la libertad del hombre que puede elegir entre el bien y el mal a pesar de que su destino esté escrito de antemano.
Una lectura imprescindible en la actualidad por la maravillosa reflexión filósofica que despierta y por el comportamiento heroico de algunos de los personajes.

Pedro Calderón de la Barca fue un dramaturgo español que abandonó los estudios religiosos para escribir comedias y tragedias, aunque más tarde fue ordenado sacerdote y. Aunque La vida es sueño se publicó en 1635, se escribió mucho antes. En aquel momento Felipe IV, rey de Castilla, prohibió tajantemente imprimir comedias y por ello tuvo que esperar. Otra de sus obras más conocidas es El alcalde de Zalamea.
Uno de los temas centrales de algunas de sus obras es el pesimismo existencial, es decir, preguntarse sobre el sentido de la vida enfrentado a los altibajos de la sociedad, con la religión en el centro de todo y el honor como tabla de náufrago.






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