Editorial RBA. Mayo 2013 (1ª ed. español). 491 páginas. De 16 años en adelante.
Marcus, un antiguo héroe militar convertido ahora en simple mercenario para la protección de caravanas va a dar con un sospechoso carretero que, bajo su apariencia enclenque y su escasa experiencia en el manejo de de los bueyes, esconde un increíble tesoro bajo las lonas de su cargamento.
Un cargamento que les va a dar más de un quebradero de cabeza y que les va a poner fuera de la ley y en una situación bastante incómoda a la vez que peligrosa.
Por otra parte, el mundo está patas arriba. Los nobles están poco contentos con la situación política y se enzarzan en continuas alianzas secretas para cambiar el orden establecido. Las cosas, sin embargo, hay que hacerlas con calma y bien; manejando títeres para no verse sumidos en la miseria, cuando no en la muerte, de fracasar el intento.
Pero, a veces, los títeres van adquiriendo vida propia y acaban revolviéndose contra aquellos que les han aupado. Este parece ser el caso de Gerder. Un perdedor hijo de una familia noble de poca monta muy poco válido para las intrigas cortesanas y menos aún para el arte de la guerra. Los acontecimientos, sin embrago, parece que cobran vida por sí mismos y que su destino está bajo la acción de alguna fuerza superior que le pone las cosas de cara para poder cumplir con sus objetivos. Un hombre rencoroso que ha sufrido mucho pero que ahora puede llegar a tener el poder suficiente como para devolver todas las afrentas recibidas por sus compañeros de nobleza. Hubiera sido mejor que le dejaran con sus libros y sus investigaciones sobre el mundo antiguo.
Varias historias que se van uniendo poco a poco, al principio con encuentros casuales pero que acabarán formando un único tejido.
Bien escrito, quizás un poco lento en su desarrollo aunque mantiene siempre la tensión necesaria. Para mi gusto son excesivas las razas y criaturas de ese mundo creado por Abraham y que tampoco añaden mucho a la historia. Al final se hace francamente difícil seguir con la imaginación las distintas descripciones.
Cruel en algunos de sus planteamientos hace que no sea un libro apto para los más jóvenes. También hay unas cuantas escenas de sexo que, sin recrearse excesivamente, tienen el suficiente detalle como para que pueda resultar incómoda su lectura.
Parece el comienzo de una larga serie pues el mundo que se describe y la historia que se perfila no hace más que comenzar en este grueso volumen.